viernes, 24 de abril de 2015

Técnicas Y Procesados: El Blanco Y Negro


Buenas tardes a todos. El post de hoy va dedicado a una técnica que, aun siendo muy muy antigua, sigue estando entre nosotros incluso con más protagonismo que nunca. Estoy hablando del Blanco y Negro.

Son varias las personas que me han preguntado si pondría un post hablando del Blanco y negro. Pues hoy me he decidido a hacerlo.

La fotografía en blanco y negro es muy atractiva. No cabe duda, con la facilidad que nos permite la tecnología digital podemos decidir con un click si una foto la queremos a color o en blanco y negro y vemos los resultados al instante. Esto es un gran avance. Y, precisamente, por esta facilidad a veces perdemos la perspectiva.
Es decir ¿por qué no hemos decidido antes de realizar una foto si la íbamos a querer a color o en blanco y negro? Esta decisión condiciona mucho los resultados así que ¿por qué dejarla para el final, en el postprocesado? Por ello, vamos repasar consejos técnicos y cómo sacarle partido a nuestra creatividad que nos ayudarán a conseguir mejores resultados en blanco y negro.

Mirar en blanco y negro

La decisión de tener o no una fotografía en blanco y negro no debe dejarse al final
Antes de nada, y como indicaba al inicio, la decisión de tener o no una fotografía en blanco y negro no debe dejarse al final, es algo que debemos tener en cuenta antes de disparar. Así, trataremos el tema que vayamos a capturar y cómo realizarlo de una forma concreta en busca de un resultado adecuado para el blanco y negro. Para ello nos ayuda mucho nuestra cámara digital, ya que casi todos los modelos ofrecen la posibilidad de realizar las imágenes monocromáticas y, más importante, poder visualizar en nuestra pantalla o en el visor (si es electrónico) el mundo en escala de grises (o eso, o apostar por una carísima Leica M Monochrome). Esto nos resulta muy útil a la hora de la captura de nuestras fotografías. Podemos obviar las distracciones que los colores nos ofrecen a la hora de componer y así conseguimos encuadrar y centrarnos en el contraste, los fondos y las texturas que queremos destacar.

Disparar en RAW, disparar en RAW, disparar en RAW…

Lo hemos escuchado y leído cientos de veces. Hay que disparar en RAW, el negativo digital que obtiene toda la información que es capaz de captar el sensor de nuestra cámara digital. Y esto, cuando se trata de fotografía en blanco y negro, es aún más importante. Porque así evitamos que la cámara realice su “particular” interpretación de la captura en blanco y negro (si activamos el modo correspondiente) en un archivo JPEG que no podemos volver a procesar a nuestro gusto. Con el archivo RAW tenemos toda la información a color, con mayor profundidad (16 bits) y con el software correspondiente convertiremos a blanco y negro según nuestro criterio, gusto y total control.
Así que, cuando activemos el modo blanco y negro, muy útil para previsualizar el resultado, no nos olvidemos de activar también el modo RAW (además del JPEG monocromático que nos procesará la cámara y que nos será útil para previsualizar el resultado), para así tener el mejor archivo posible para luego procesarlo. Además, un último motivo: el JPEG está más limitado en las imágenes con mucho contraste, ya que las transiciones entre las altas luces y las sombras son más bruscas, además de su limitación a la hora de reproducir las zonas más expuestas.

Olvida las distracciones y refuerza la iluminación y la composición

Fotografiar en monocromo nos será muy útil para mejorar la composición, enfocarnos en el motivo principal y cuidar mucho los fondos y, sobre todo, la iluminación
Una de las ventajas que nos ofrece el blanco y negro es que restamos todas las distracciones que el color tiene a la hora de componer y elegir la iluminación. De hecho, como ejercicio técnico, fotografiar en duotono nos será muy útil para mejorar la composición, enfocarnos en el motivo principal y cuidar mucho los fondos y, sobre todo, la iluminación. Ya no tenemos diferentes tipos de temperaturas de luz en una escena, todo se simplifica y es más fácil enfocarse en lo más importante. Además, nos ayuda a detectar con más claridad la dirección de la luz, así como la cantidad de luces y sombras. Algo esencial a la hora de jugar con el encuadre y la composición más adecuada.

Potenciar la expresión

Con el blanco y negro simplificamos y, por tanto, también es muy útil para potenciar la expresión. Enfatizar la atmósfera de un paisaje o la mirada en un retrato resulta más sencillo con el blanco y negro y es algo que podemos aprovechar para reforzar y así los resultados serán mucho más personales y con gran potencia visual.
Sólo con el contraste podemos lograr que una imagen sea melancólica, inquietante, misteriosa o incluso surrealista. Así que aprovechemos para expresarnos en función del tema, motivo y lo que queramos transmitir con la facilidad que nos otorga el blanco y negro.

Refuerza el espacio negativo

El conocido como espacio negativo no es otra cosa que la zona de un encuadre que no contiene nada relevante, a menudo un fondo uniforme que sirve para reforzar el elemento principal. Esto, en blanco y negro, es aún más fácil de resaltar y debemos aprovecharlo. Reforzando el espacio negativo en una imagen monocromática conseguimos eliminar distracciones, potenciar el motivo o sujeto principal y darle mayor profundidad a la imagen.

El ruido digital: que no te obsesione ni te limite

Una de las grandes obsesiones en la fotografía digital es el ruido que ofrecen cuando se dispara en altas sensibilidades o cuando se subexponen imágenes o zonas del encuadre. Esto en, blanco y negro, también ocurre como es lógico y, hasta cierto, punto suele quedar más acentuado. Pero con todo, si la imagen está bien expuesta y acentuamos bien los contrastes entonces el ruido digital se tolera mucho mejor, así que podemos aprovecharlo en nuestro beneficio.
El ruido puede ser un aliado y no temamos utilizar altas sensibilidades
Esto es porque se asemeja más al grano de la película y, por tanto, no siempre es algo negativo, ya que puede aportar atmósfera e interés, algo importante más allá de la limitación de nitidez o del rango dinámico. El ruido puede ser un aliado y no temamos utilizar altas sensibilidades (mucho mejor tener una foto con ruido que no tenerla) y, además, resulta mucho más fácil tratar ese ruido en el postprocesado utilizando el software correspondiente.

Refuerza formas y texturas

Es muy básico y conocido que el blanco y negro en fotografía nos ayuda a reflejar mejor las formas. Líneas, patrones, geometría… resultan muy atractivas en blanco y negro y, por tanto, son un recurso que debemos aprovechar al máximo. Además, es necesario reforzar bien las formas para no caer en la abstracción (a no ser que lo busquemos deliberadamente) y nos obliga a componer mejor que en color para guiar la mirada del espectador hacia el motivo o motivos principales del encuadre.
Uno de los temas que mejor se reflejan en la fotografía de blanco y negro son sin duda las formas. Las líneas, fotografías con patrones que llevan a puntos de fuga, simetrías e imágenes geométricas, etc… son un gran reclamo para este tipo de instantáneas. La falta de color hace introducirse mucho más a través de las guias y caminos que se forman, seduciendo así más la mente de quienes las observan. Gracias a los fuertes contrastes y al buen uso de la luz se puede conseguir que la mirada del espectador fije un camino a seguir.
Del mismo modo ocurre con las texturas, que no son fáciles de apreciar en color y que, en blanco y negro, al simplificarlas se consiguen potenciar. Debemos cuidar bien la luz en cuanto a su dirección para lograr unas texturas apropiadas y también en intensidad para aumentarlas.

Retratos en blanco y negro, un clásico que siempre funciona

Un buen retrato en blanco y negro consigue subrayar la esencia de la mirada, de la persona retratada
De entre todos los género, el retrato, además de ser un clásico, es de los más frecuentes en fotografía de blanco y negro. Incluso hoy día, con la facilidad y matices que nos ofrece la fotografía a color, un buen retrato consigue mejorar en blanco y negro. Porque consigue subrayar la esencia de la mirada, de la persona retratada. De nuevo, evitamos las distracciones del color, para conseguir retratos más profundos (como los de Lee Jeffries), sinceros y donde la iluminación y la mirada son los elementos claves. Para lograr buenos resultados en retratos en blanco y negro solo hay que seguir el sentido común y la experiencia: cuidar los fondos para reforzar el contraste, utilizar un valor ISO lo más bajo posible, evita las luces fuertes (a no ser que deliberadamente busquemos ese efecto) y concentrarse en las luces y las sombras y cómo afectan a los rasgos del rostro y la mirada.

Fuente: Xatakafoto


PASOS PARA CONSEGUIR UN BUEN ByN 

Resumiré unos breves pasos para conseguir un buen ByN que yo uso (sin considerarme ni mucho menos un experto, todo lo contrario) y que me da resultados medianamente decentes. 

Para empezar yo SIEMPRE disparo en color. De esta manera consigo más información en los tonos de color y me da mucha más libertad y calidad a la hora de convertir la foto a ByN.

Algo que no he dicho, yo edito las fotos en Lightroom, para mí el mejor programa a la hora de revelar archivos RAW y con el que me facilita la labor de copiar y pegar ajustes entre fotos similares y a la hora de exportarlas. Me ahorra mucho tiempo y se trabaja fenomenal con él. Os dejo una captura de pantalla del programa:



Lo primero que hago es desaturar la foto, (Le doy al modo blanco y negro) es decir pasarla a blanco y negro básico. Después suelo darle contraste a la foto y ganar información de las sombras que me hayan quedado negras y planas sin textura. más tarde. Es decir, voy jugando con los valores que aparecen en la imagen de abajo, Exposición, Contraste, Altas luces, Sombras, Blancos y Negros.
  

 

Posteriormente bajo hasta unos valores que hay para modificar la Mezcla de Blanco y negro. Alguno pensará ¿Si estás en ByN porque modificas esos valores de color? Muy sencillo, oscurecen o aclaran las zonas donde hay ese color que estemos modificando y eso nos da un control sobre las distintas zonas de la foto.

 

Más tarde, aunque es no lo hago siempre, si quiero darle un virado de color a la foto (es decir, tonos sepia, azulados, rojizos, etc...) Lo hago desde el Menú Dividir tonos en el cual, modifico los tonos e intensidad del virado tanto para altas luces como para sombras. 

 

Finalmente juego con el enfoque y suelo añadir un viñeteo final a la toma.

 

Aquí os dejo un vídeo donde se muestra paso a paso otro ejemplo de procesado en ByN en Lightroom



Por supuesto, se pueden realizar infinitos ajustes más y por ejemplo añadir grano a la imagen para que parezca una foto más antigua. Pero esto es, a grandes rasgos, el flujo de trabajo que sigo a la hora de procesar una foto en ByN. Espero que os haya servido de ayuda. 

Saludos!!


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